El tabaquismo provoca el 84% de los casos de cáncer de pulmón: el tipo más letal
En Argentina, el cáncer de pulmón se mantiene como la causa de mayor mortalidad entre los distintos tipos de tumores, registrando aproximadamente 10.000 muertes anuales. Cada 17 de noviembre, en el Día Internacional del Cáncer de Pulmón, se busca concientizar a la sociedad sobre los factores de riesgo y la importancia de abandonar el hábito de fumar.
Históricamente, los hombres han encabezado los diagnósticos de cáncer de pulmón. Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un aumento en la incidencia entre mujeres, correlacionado con el crecimiento del consumo de tabaco en la población femenina durante las últimas décadas. Este cambio refleja una tendencia preocupante que subraya la necesidad de intensificar las campañas de prevención y educación dirigidas a todas las edades y géneros.
Tabaquismo: el culpable en casi todos los casos
El tabaquismo sigue siendo el principal factor de riesgo en el desarrollo del cáncer de pulmón, siendo responsable del 84% de los casos. Incluso cantidades pequeñas de consumo de tabaco elevan significativamente el riesgo de padecer esta enfermedad. Además del tabaquismo, la contaminación del aire en áreas urbanas, especialmente cerca de vías con alto tráfico, contribuye entre un 1% y 2% de las muertes por cáncer de pulmón. Aunque su impacto es menor que el del tabaco, la contaminación del aire se está convirtiendo en un factor de riesgo en aumento entre los no fumadores.
A nivel global, el cáncer de pulmón presenta la tasa de mortalidad más alta, seguido por el cáncer colorrectal, el de estómago y el de mama, según estimaciones del Instituto de Métricas y Evaluación en Salud (IHME). En Argentina, casi un 9% de los bebés nacen antes de las 37 semanas de gestación, y el 1,1% de ellos pesan menos de 1500 gramos, siendo la prematuridad el principal motivo de ingreso a las unidades de cuidados intensivos neonatales.
Factores de riesgo
Entre los principales factores que aumentan el riesgo de prematurez se encuentran la maternidad adolescente, el tabaquismo, el consumo de alcohol o drogas, el trabajo excesivo, las enfermedades maternas crónicas o infecciosas, y los embarazos múltiples o con complicaciones. La prevención del cáncer de pulmón involucra un doble enfoque: por un lado, la reducción de malos hábitos como el tabaquismo, y por otro, la adopción de medidas preventivas desde edades tempranas.
La detección temprana es fundamental para mejorar las posibilidades de supervivencia en pacientes con cáncer de pulmón. Los síntomas más comunes incluyen tos, a veces acompañada de sangre, dificultad para respirar, pérdida de peso y dolor torácico. La tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) se ha establecido como la herramienta más efectiva para la detección en etapas iniciales, especialmente en personas con factores de riesgo específicos como el tabaquismo o enfermedades pulmonares crónicas.
Tratamiento y prevención
En cuanto a los tratamientos, los avances en terapias de precisión e inmunoterapia han transformado el panorama del tratamiento oncológico. Estas terapias permiten personalizar el tratamiento según las alteraciones genéticas específicas de cada paciente, aumentando significativamente las posibilidades de control y cura de la enfermedad.
A pesar de los avances científicos, la prevención sigue siendo la estrategia más eficaz para reducir la incidencia del cáncer de pulmón. Las campañas dirigidas a educar y sensibilizar a la población, especialmente a los jóvenes, son esenciales para disminuir el inicio del consumo de tabaco y, por ende, reducir los riesgos asociados a largo plazo.