El Gobierno nacional ha intensificado sus negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el objetivo de cerrar un nuevo acuerdo financiero que permita reforzar las reservas netas del Banco Central. Estas gestiones se presentan como un elemento central del plan económico de Javier Milei y buscan definir si el país puede avanzar hacia una salida definitiva del cepo cambiario o si debe optar por un desarme gradual, dependiendo de la posibilidad de obtener una inyección sustancial de divisas externas.

El programa Extended Fund Facility (EFF) firmado en 2022 ha estado marcado por incumplimientos recurrentes en metas clave, como la acumulación de reservas y la reducción del déficit fiscal. Estos desvíos se profundizaron durante la gestión de Alberto Fernández, dejando al actual gobierno libertario la tarea de renegociar un esquema más realista pero también más exigente.

Desde el inicio de su mandato, el gobierno de Milei optó por rediseñar las metas acordadas con el FMI. Este rediseño incluyó un enfoque prioritario en la reducción del déficit fiscal primario, transformándolo en un objetivo de superávit fiscal mínimo, y estableció metas ambiciosas para la acumulación de reservas. Además, el Banco Central dejó de financiar al Tesoro mediante emisión monetaria, una medida que buscó estabilizar la economía y evitar presiones inflacionarias adicionales.

Avances hacia un nuevo acuerdo

A pesar de los desencuentros iniciales, el Gobierno ha avanzado en las gestiones para alcanzar un tercer acuerdo con el FMI en los últimos seis años y medio. Este nuevo entendimiento reemplazaría al programa actual, que concluye a fines de 2024, y tendría como eje la reestructuración de los USD 45.000 millones pendientes del Stand By Agreement de 2018.

El nuevo acuerdo incluiría un calendario de pagos programados entre 2026 y 2032, lo que otorgaría al país un alivio en el corto plazo mientras se enfoca en estabilizar sus fundamentos macroeconómicos. En los últimos días, una delegación encabezada por el viceministro José Luis Daza, el secretario de Finanzas Pablo Quirno y el vicepresidente del Banco Central Vladimir Werning viajó a Washington para avanzar en la consolidación de las revisiones pendientes y detallar los próximos pasos del régimen cambiario.