El control de las cuentas fiscales y monetarias, que apunta a disminuir presiones cambiarias, es el complemento imprescindible del ministro Sergio Massa. Tomando en cuenta que, todas estas medidas son para poder desplegar una estrategia en el corto plazo. Entonces, se busca cerrar el año cumpliendo los objetivos de 2,5% de déficit fiscal, en relación al PIB, y de acumulación de reservas comprometidos en el acuerdo con el FMI.

En este contexto, el ritmo de la actividad económica estará subordinado a la capacidad de acumular reservas en el Banco Central. Y la mejora de los salarios de los trabajadores formales, del sector privado, se encuentra atada a las paritarias. Massa afirmó en la reunión con los representantes del complejo sojero, que el objetivo central del programa dólar soja II es consolidar la situación fiscal.

El stock de soja a vender, a un precio preferencial, va de 3.000 a 6.000 millones de dólares. El mismo escenario se presentó en la negociación anterior. Y se espera alcanzar un nuevo récord, como ocurrió con los los 5.000 millones finales del dólar soja I. El piso garantizado y firmado por las cerealeras es de 3.00 millones de dólares.

El punto final de la discusión, fue la paridad cambiaría que se estableció, y que gozará el complejo sojero. Los 200 pesos del acuerdo anterior eran equivalentes a un tipo de cambio oficial sin retenciones (33 por ciento). Con el mismo esquema, el dólar soja II cotizará a 230 pesos, valor similar al aplicar la tasa de inflación de estos dos meses pasados o no contabilizar las retenciones.