Como ya es de público conocimiento, Fernando Gago es el elegido de Juan Román Riquelme para hacerse cargo del primer equipo de Boca Juniors, en reemplazo de Diego Martínez, quien dio un paso al costado el pasado sábado luego de una seguidilla de malos resultados. El interés del presidente «xeneize» se corresponde con el deseo que tiene el entrenador, por lo que solamente estaría faltando que este último consiga destrabar su salida del Chivas de Guadalajara.

Según la información difundida por los medios de México, es prácticamente un hecho consumado que Gago abandonará el banco de suplentes del «Rebaño Sagrado» luego de este fin de semana, tras afrontar el clásico contra Atlas, el día sábado. De hecho, el ex director técnico de Racing Club y Aldosivi se reunió este miércoles con la comisión directiva del club mexicano para transmitir su deseo de volver a la Argentina y hacerse cargo del «Xeneize».

Por lo que se ha podido conocer, durante esa reunión Gago planteó su intención de romper el vínculo, algo que desde la cúpula del Chivas no fue bien recibido. Cuando se retiró de las instalaciones, «Pintita» se negó a hacer declaraciones ante el gran grupo de periodistas que lo esperaban.

Por otra parte, «El Informador» de México señaló a Federico Insúa como posible reemplazante de Gago. «El ‘Pocho’ no acompañaría al estratega en su nueva etapa en Argentina. Uno de los motivos se debe a que el auxiliar técnico no tiene buena relación con el aún estratega del Guadalajara, situación que tiene algunos meses y ha distanciado a ambos pese a trabajar juntos en el equipo rojiblanco», afirmaron. Al mismo tiempo, otro dato importante que se ha dado a conocer es que Riquelme se encuentra en permanente contacto con Fabricio Coloccini, uno de los ayudantes de campo de Gago, y quien sí continuaría trabajando a su lado en caso de arribar en La Ribera. 

Lo cierto es que Gago es el técnico de Chivas desde fines de 2023, luego de la salida de Veljko Paunovic, y en su contrato, que se extiende hasta diciembre de 2025, firmó una cláusula de salida: cualquiera de las partes que quiera romper el vínculo debe abonar aproximadamente dos millones de dólares. Aunque, según estimaron los medios mexicanos, la cláusula de salida que ejecutará el entrenador argentino de 38 años oscila en el millón y medio de dólares.