San Martín volvió a mostrar su preocupante falta de juego y consiguió un empate ante el Atlético Rafaela. Con su estrategia de consumir minutos en cada jugada, desde el inicio del juego, la «Crema» durmió al «Ciruja», que reaccionó a cinco minutos del final del encuentro.

Ninguno de los dos equipos mostró superioridad en el campo. Rafaela fue un espejo de su mal andar en el campeonato; mientras que el Santo fue muy deslucido en todas sus líneas. En ataque no tuvo conexión y en defensa evidenció numerosas falencias.

De manera temprana, a los 15 minutos de partido, el equipo rafaelino aprovechó uno de los tantos desajustes defensivos del equipo de Pablo De Muner y anotó por intermedio de Claudio Bieler luego de dos cabezazos en el área. A partir de eso, el local durmió el partido y la visita mostró poco y nada. Una llegada de Cristian Llama por izquierda y una jugada polémica que podría haber sido el gol del empate fueron los únicos dos avances del equipo tucumano.

En el complemento el técnico ciruja metió mano al equipo. Armó la línea de tres y con poca claridad fue a buscar la igualdad con Juan Imbert como abanderado. No obstante, recién logró probar al arquero local, aunque sin suerte, pasados los 25 minutos del complemento. Como si fuera poco, minutos después Diego Sosa metió una brutal patada y vio la roja.

Cuando parecía que al Santo se le escapaba el partido, apareció Abel Argañaraz a los 40 minutos y consiguió el empate. A partir de eso San Martín aguantó y se sostuvo en Darío Sand, que tapó un mano a mano clave ahogándole el grito a Bieler.

Si bien el empate le sirve, el ciruja deberá corregir muchísimos errores si pretende seguir cerca y acercarse aún más a Belgrano, que por ahora no tropieza.

Foto: Twitter Club Atlético San Martín.