El uso de plantas medicinales ha sido una práctica común en la fitomedicina, y entre ellas, la manzanilla se destaca por sus múltiples beneficios para la salud. Esta planta, cuyo nombre científico es Matricaria chamomilla L., ha sido utilizada desde la antigüedad en Roma, Egipto y Grecia, y hoy cuenta con respaldo científico que avala sus propiedades terapéuticas.

La manzanilla es conocida principalmente por sus efectos calmantes, que ayudan a tratar la ansiedad, el estrés y las dificultades para dormir. Sin embargo, sus beneficios van más allá de estos usos comunes. Entre sus propiedades destacadas, se encuentra su capacidad para aliviar problemas digestivos, regular el azúcar en sangre y mejorar los síntomas premenstruales.

Alivio del dolor articular

Uno de los beneficios menos conocidos de la manzanilla es su capacidad para aliviar el dolor en las articulaciones. Los compuestos fenólicos presentes en la manzanilla, como la apigenina y la quercetina, tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ser útiles en el tratamiento de la artritis y la artrosis. Estos compuestos ayudan a reducir las citocinas y la PGE2, sustancias que contribuyen a la inflamación y el dolor articular. Estudios han demostrado que el consumo regular de manzanilla puede disminuir la sensibilidad en las articulaciones y reducir la inflamación, lo que la convierte en una opción natural para quienes padecen estas afecciones.

Mejora de la circulación sanguínea

Además de sus efectos sobre las articulaciones, la manzanilla actúa como vasodilatadora, facilitando la circulación de la sangre. Esto se debe a la relajación de los vasos sanguíneos, lo que permite un flujo sanguíneo más eficiente. Según la médica Monisha Bhanote, los compuestos bioactivos de la manzanilla también pueden contribuir a la salud cardiovascular, ayudando a regular la presión arterial y a reducir los niveles de colesterol, factores clave para mantener un corazón sano.

Consumo seguro de manzanilla

La forma más común de consumir manzanilla es en té, preparado con las flores de la planta en agua caliente. Aunque es generalmente seguro, se recomienda precaución en su consumo diario, especialmente en mujeres embarazadas, en período de lactancia, o en personas con alergias. Es importante seguir las indicaciones de las etiquetas y consultar a un profesional de la salud antes de incorporar la manzanilla como parte de un tratamiento regular.