Cuáles son las razones para que el consumo no repunte a pesar de la suba de salarios
Los salarios del sector privado han experimentado un crecimiento en términos reales en los últimos meses. Sin embargo, el consumo no ha reaccionado como se esperaba en el comercio minorista. A pesar de que los datos oficiales hasta julio que indican cuatro meses consecutivos de incrementos. Algunos sectores muestran una leve desaceleración en la caída interanual y una recuperación en comparación con el mes anterior. Este es el caso de rubros como electrónica y electrodomésticos, que partían de cifras muy bajas tras sufrir mermas de hasta un 50% en términos reales en la primera mitad del año. El aumento en las opciones de financiación ha contribuido a dinamizar estos segmentos.
Sin embargo, el consumo masivo continúa registrando números preocupantes, con contracciones cercanas al 20% respecto al mismo período de 2023. Ni siquiera las promociones y descuentos han logrado revertir esta tendencia negativa.
Según cifras preliminares de la consultora Scentia, las grandes cadenas de supermercados habrían experimentado una caída del 18% en comparación con el año anterior. En agosto, la misma consultora reportó una disminución interanual del 17,2%, y un acumulado negativo del 10% en los primeros ocho meses del año. En cuanto a los canales de venta, el canal moderno (grandes cadenas) registró una baja del 17,9%, mientras que los autoservicios cayeron un 16,5%.
Estos resultados se comparan con períodos de alto consumo en 2023, impulsados por medidas gubernamentales destinadas a estimular la economía. Como por ejemplo, el «plan platita», y por la alta inflación que motivaba a la gente a anticipar compras ante la expectativa de una devaluación inminente.
Analytica explica esta situación a partir de la reconfiguración del gasto de los hogares debido al incremento de las tarifas de servicios públicos. Los economistas señalan que, aunque los salarios reales han aumentado, esto no se traduce en mayor consumo porque una parte significativa de los ingresos se destina ahora a cubrir servicios básicos. El índice de salarios aumentó un 128,5% desde noviembre y los gastos en electricidad, gas y combustibles se incrementaron un 320,2%. Esta redistribución del gasto limita la capacidad de las familias para consumir otros bienes y servicios. Y el aumento en el uso de tarjetas de crédito estaría evitando una caída aún mayor en el consumo.
El Indicador de Consumo (IC) elaborado por la consultora Ecolatina para la Cámara Argentina de Comercio (CAC) mostró una caída interanual del 7,8% en agosto y una contracción respecto a julio, revirtiendo el crecimiento mensual registrado en junio. En los primeros ocho meses de 2024, el consumo acumuló una disminución del 6,4% en comparación con el mismo período del año anterior.