Levantarse con la cara hinchada puede ser común. Teniendo en cuenta que hemos pasado varias horas durmiendo y, posiblemente en la misma postura, que suene el despertador, ir a lavarnos la cara y vernos un tanto deformes en el espejo no es algo de lo que haya que alarmarse. Sin embargo, si esto es diario puede que tenga una causa detrás que no estamos sabiendo identificar.

Problemas circulatorios, enfermedades digestivas, endocrinológicas y cardíacas. También otros específicos de los ojos como las conjuntivitis pueden ser los motivos que hacen que nos levantemos con el rostro inflamado. Sin embargo, existen otros que son más frecuentes. Tal como comenta la cirujana plástica Carmen Iglesias Urraca, los motivos más comunes del edema facial pueden ser varios.

  • Falta de sueño o mala calidad del mismo.
  • Consumo de alcohol, que condiciona por una parte la retención de líquidos y por otra deteriora la calidad del sueño.
  • Mala alimentación con alimentos procesados, poca cantidad de vegetales y frutas y escasas proteínas. Los estimulantes y picantes son también alimentos que producen inflamación.
  • Consumo insuficiente de agua que debe ser de al menos un litro diario.
  • Exceso de sal que hace que el cuerpo retenga líquidos, al tiempo que disminuye la ingesta total de líquidos del cuerpo y conduce a la deshidratación.
  • Cambios hormonales en la mujer que aumentan la retención de líquidos en la segunda fase del ciclo o en el embarazo.
  • Envejecimiento que condiciona un colágeno menos rígido y favorece el acúmulo de líquido extracelular.
  • Las pantallas ocasionan sequedad y fatiga ocular que hace que se parpadee menos, además la luz de los dispositivos hace que se produzca menos melatonina y se altere el sueño.

Cómo evitar la cara hinchada

Para muchas personas, despertarse con la cara hinchada se debe a la retención normal de líquidos durante la noche, pero esto puede ser más notorio si una persona duerme muy poco o demasiado. La posición de una persona al dormir también puede exacerbar esto. Dormir boca abajo, por ejemplo, puede tener este efecto. Eso sí, a medida que la persona comienza la mañana y pasa tiempo erguida, estos líquidos pueden y deberían desaparecer. Entre los consejos para evitar esto tenemos los siguientes:

  • Comer de manera sana y equilibrada: evita las comidas saladas y los procesados. Bebe abundantes agua. Evita los alimentos picantes, bebidas alcohólicas y con gases
  • Mantener una buena higiene facial: con productos que aseguren que se retiran bien todos los productos. Es decir, nada de ir a la cama con el maquillaje puesto.
  • Cuidar el sueño: ten una rutina adecuada, duerme en cantidad suficiente, evita las pantallas las horas antes
  • Dormir con una almohada adecuada: ligeramente elevada, si puedes, boca arriba. «La temperatura de la habitación en torno a 18 grados», recomiendan.
  • Por la mañana, lavar la cara con agua fría: se pueden utilizar compresas impregnadas en te o manzanilla fría dando un masaje, para conseguir un mejor drenaje linfático
  • El uso de piedras de jade en ‘roll on’ u otros dispositivos parecidos pueden estimular la circulación también.