La Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el umbral de la indigencia, aumentó un 11,7% durante febrero, mientras que la Canasta Básica Total (CBT), que define la línea de pobreza, subió un 8,3%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC). Por ello, para una familia de cuatro integrantes, se necesitó un ingreso de $177.062,87 para no ser considerados pobres, lo que representó una suba del 111,3% interanual. La CBT incluye la CBA y otros bienes y servicios, como vestimenta, transporte y salud. El incremento de estos índices se produjo en línea con el aumento de la inflación del mes pasado, que fue del 6,6%.

La suba de la CBA fue impulsada por el aumento de precios en los cortes de carne y los productos lácteos. Esto, al mismo tiempo, provocó un encarecimiento del 9,8% en el ítem de alimentos y bebidas no alcohólicas. Además, para no ser considerados indigentes, un adulto necesitó al menos $26.046 en febrero, mientras que una familia de cuatro integrantes precisó de $80.483. Estas cifras son preocupantes, ya que indican que cada vez es más difícil para los argentinos acceder a alimentos básicos y servicios esenciales.

Las canastas y la inflación

En esta línea, la aceleración de la inflación durante los últimos tres meses llevó a un aumento en los precios de la mayoría de los bienes y servicios, lo que afectó especialmente a los hogares más vulnerables. Asimismo, también crece la importancia de que las autoridades tomen medidas para controlar la inflación y evitar que los precios sigan aumentando, ya que esto puede tener consecuencias negativas para el bienestar de la población en general.

En resumen, el aumento de la CBA y la CBT en febrero fue superior al índice de inflación publicado por el mismo organismo, que ubicó el IPC en 6,6%. A su vez, esta cifra representó el nivel más alto desde agosto del año pasado y marca una tendencia alcista desde el inicio de 2023.